JOSÉ LUIS EGÍO Miembro del Foro Ciudadano de la Región de Murcia ha publicado el siguiente artículo en el diario "La Opinión"
Si el público lector echa la vista atrás y la dirige a los movimientos contestatarios que en los últimos tres años han agitado la vida social de la Universidad de Murcia, recordará las reivindicaciones antibolonia de la Asamblea de Estudiantes por una Universidad Pública.
Juzgados como temerarios, como 'jóvenes antisistema' (según las palabras de Víctor Martínez, presidente regional de Nuevas Generaciones) y mantenidos a distancia por el chorro de agua a presión del rectorado y de la delegación del Gobierno, que han alternado las amenazas y las promesas vacías para intentar ir mermando poco a poco la fuerza del movimiento estudiantil, lo cierto es que las predicciones que hicimos en los últimos años se van poco a poco, y por desgracia, convirtiendo en realidad.
El 22 de enero de 2009, con ocasión de la visita del secretario de Estado para Universidades, Marius Rubiralta, para presentar La estrategia Universidad 2015, que supedita la recepción de fondos públicos imprescindibles para la financiación de las actividades de la Universidad a la inclusión en un club selecto de quince Universidades españolas, manifestamos al acólito del ministerio un rotundo no a los cambios en el sistema de financiación y presentamos un detallado informe crítico con la reforma.
Tras la decisión del 1 de octubre, la Universidad de Murcia ha quedado finalmente fuera del grupo de alumnas predilectas y pierde su parte proporcional de los más de doscientos millones de euros que otras Universidades se repartirán a nuestra costa.
Curiosamente, entre las quince Universidades elegidas, cuatro son catalanas y cuatro madrileñas. ¡Vivan las ciudades olímpicas! Y lo que ha quedado también, claro, es que los ministerios de Educación y Ciencia pasan olímpicamente de nosotros, por mucha palmadita en la chaqueta y apretones de manos que el delegado del Gobierno, el rector y las autoridades educativas regionales entrecruzaran con Cristina Garmendia, con Rubiralta y con Gabilondo el pasado año.
Con el dinero a recibir, en la gran capital de nuestro gran Estado español se construirá un gran campus en la Ciudad Universitaria de la Moncloa. La Autónoma hará un proyecto en el que estará rodeada de grandes empresas y un potente parque científico, y la Politécnica tendrá un potente proyecto tecnológico. La ciudad de Barcelona verá también crecer dos de estos grandes campus y construirá otro en las afueras, en el entorno de la Autónoma.
¿Qué hará mientras tanto la Universidad de Murcia? Ver como las demás se agrandan a su costa en tamaño, en alumnado y en expectativas de empleabilidad. Reforzar, en definitiva, su condición provinciana y alejarse poco a poco del índice de las universidades de calidad.
Este era el peligro del que, desde la Asamblea de Estudiantes, advertíamos al conjunto de la sociedad murciana. Haber aceptado con gusto la lógica de la competición total y sin límites, de que hay que dar más dinero a las Universidades que ya tienen más, para ver si así suben al nivel de Oxford, de Cambridge o de los sueños de grandeza de nuestros jerifaltes, es un absoluto disparate.
En una región como Murcia podemos decir que llevábamos en nuestro equipo a los jugadores que nos mandaron a Segunda División tramando un desgraciado autogol. Cobacho, González Tovar y Marín, en el eje de nuestro defensa fueron retrocediendo y empequeñeciéndose ante la delantera rival, con tan mala pata que, al final, casi ya en estampida, cruzaron con el balón nuestra propia línea de gol.
Desde el 1 de octubre, fecha en la que se comunicó el resultado del concurso, ninguno de ellos ha dicho una palabra sobre su fracaso y la prensa regional presta más atención a la evolución del tobillo de Cristiano Ronaldo que a una decisión de una importancia tan mayúscula para el futuro de la Región de Murcia.
La Asamblea de Estudiantes siempre sostuvo con respecto a este tema que para Murcia era muy preferible un sistema que repartiera los fondos educativos públicos de acuerdo a los criterios de igualdad y de solidaridad entre las Comunidades. Esgrimíamos como argumento la tan conocida división entre las Universidades y regiones anglosajonas. Unas pocas, las de las películas, refugio de los privilegiados, de un alumnado muy brillante y/o muy rico. Las otras, la gran mayoría, dotadas de recursos muy escasos, guettos en los que se hacina un estudiantado pobre, forzado a ser mediocre y privado de expectativas de futuro.
La élite política y educativa de nuestra Región nos metió en un partido suicida y acabó goleada. Será difícil que esta vez puedan volver a inventarse excusas y seguir manipulando a la opinión pública para convencernos de que 'Bolonia es cosa buena'.
Aunque sólo fuera por decencia, alguno de ellos debería dar la cara para explicarnos qué va a pasar ahora y de donde vamos a sacar el dinero que, hasta ahora, nos mandaba Madrid. En momentos difíciles como éste es donde se echa en falta el pundonor y la murcianía de la que nuestros grandes líderes regionales, pequeñitos y menospreciados cuando pasan de Hellín, hacen gala en desfiles y charangas.
Juzgados como temerarios, como 'jóvenes antisistema' (según las palabras de Víctor Martínez, presidente regional de Nuevas Generaciones) y mantenidos a distancia por el chorro de agua a presión del rectorado y de la delegación del Gobierno, que han alternado las amenazas y las promesas vacías para intentar ir mermando poco a poco la fuerza del movimiento estudiantil, lo cierto es que las predicciones que hicimos en los últimos años se van poco a poco, y por desgracia, convirtiendo en realidad.
El 22 de enero de 2009, con ocasión de la visita del secretario de Estado para Universidades, Marius Rubiralta, para presentar La estrategia Universidad 2015, que supedita la recepción de fondos públicos imprescindibles para la financiación de las actividades de la Universidad a la inclusión en un club selecto de quince Universidades españolas, manifestamos al acólito del ministerio un rotundo no a los cambios en el sistema de financiación y presentamos un detallado informe crítico con la reforma.
Tras la decisión del 1 de octubre, la Universidad de Murcia ha quedado finalmente fuera del grupo de alumnas predilectas y pierde su parte proporcional de los más de doscientos millones de euros que otras Universidades se repartirán a nuestra costa.
Curiosamente, entre las quince Universidades elegidas, cuatro son catalanas y cuatro madrileñas. ¡Vivan las ciudades olímpicas! Y lo que ha quedado también, claro, es que los ministerios de Educación y Ciencia pasan olímpicamente de nosotros, por mucha palmadita en la chaqueta y apretones de manos que el delegado del Gobierno, el rector y las autoridades educativas regionales entrecruzaran con Cristina Garmendia, con Rubiralta y con Gabilondo el pasado año.
Con el dinero a recibir, en la gran capital de nuestro gran Estado español se construirá un gran campus en la Ciudad Universitaria de la Moncloa. La Autónoma hará un proyecto en el que estará rodeada de grandes empresas y un potente parque científico, y la Politécnica tendrá un potente proyecto tecnológico. La ciudad de Barcelona verá también crecer dos de estos grandes campus y construirá otro en las afueras, en el entorno de la Autónoma.
¿Qué hará mientras tanto la Universidad de Murcia? Ver como las demás se agrandan a su costa en tamaño, en alumnado y en expectativas de empleabilidad. Reforzar, en definitiva, su condición provinciana y alejarse poco a poco del índice de las universidades de calidad.
Este era el peligro del que, desde la Asamblea de Estudiantes, advertíamos al conjunto de la sociedad murciana. Haber aceptado con gusto la lógica de la competición total y sin límites, de que hay que dar más dinero a las Universidades que ya tienen más, para ver si así suben al nivel de Oxford, de Cambridge o de los sueños de grandeza de nuestros jerifaltes, es un absoluto disparate.
En una región como Murcia podemos decir que llevábamos en nuestro equipo a los jugadores que nos mandaron a Segunda División tramando un desgraciado autogol. Cobacho, González Tovar y Marín, en el eje de nuestro defensa fueron retrocediendo y empequeñeciéndose ante la delantera rival, con tan mala pata que, al final, casi ya en estampida, cruzaron con el balón nuestra propia línea de gol.
Desde el 1 de octubre, fecha en la que se comunicó el resultado del concurso, ninguno de ellos ha dicho una palabra sobre su fracaso y la prensa regional presta más atención a la evolución del tobillo de Cristiano Ronaldo que a una decisión de una importancia tan mayúscula para el futuro de la Región de Murcia.
La Asamblea de Estudiantes siempre sostuvo con respecto a este tema que para Murcia era muy preferible un sistema que repartiera los fondos educativos públicos de acuerdo a los criterios de igualdad y de solidaridad entre las Comunidades. Esgrimíamos como argumento la tan conocida división entre las Universidades y regiones anglosajonas. Unas pocas, las de las películas, refugio de los privilegiados, de un alumnado muy brillante y/o muy rico. Las otras, la gran mayoría, dotadas de recursos muy escasos, guettos en los que se hacina un estudiantado pobre, forzado a ser mediocre y privado de expectativas de futuro.
La élite política y educativa de nuestra Región nos metió en un partido suicida y acabó goleada. Será difícil que esta vez puedan volver a inventarse excusas y seguir manipulando a la opinión pública para convencernos de que 'Bolonia es cosa buena'.
Aunque sólo fuera por decencia, alguno de ellos debería dar la cara para explicarnos qué va a pasar ahora y de donde vamos a sacar el dinero que, hasta ahora, nos mandaba Madrid. En momentos difíciles como éste es donde se echa en falta el pundonor y la murcianía de la que nuestros grandes líderes regionales, pequeñitos y menospreciados cuando pasan de Hellín, hacen gala en desfiles y charangas.
Noticia publicada en el Diario "La Opinión"
http://www.laopiniondemurcia.
1 comentario:
Los jovenes deben tener en cuenta que esta reforma esta avalada por los dos partidos que forman nuestra democracia monarquica, PSOE y PP.
El resto somos invisibles, no existimos.....
Publicar un comentario