jueves, 8 de enero de 2009

SENSACIONALISMO INFORMATIVO Y TERRORISMO. UN OBSTÁCULO A LA SOLUCIÓN PACÍFICA DE LOS CONFLICTOS

Urge manifestarse en contra el sensacionalismo informativo porque, apelando a los sentimientos de los lectores se genera un odio que impide el análisis racional de los problemas políticos, económicos o sociales de los que el periodista debe informar.

Conceder una atención desmedida a los testimonios de las víctimas de actos terroristas supone apostar, desde el principio, por una perspectiva no objetiva del fenómeno del terrorismo. La víctima, en tanto que víctima, es una persona sufriente, que ha padecido en sus carnes actos de violencia brutales. Su testimonio no deber ser descuidado, pero carece de carácter relevante para comprender los motivos que subyacen a la acción terrorista.

Es, sobre todo, contraproducente, dedicar el espacio informativo a describir con pelos y señales las consecuencias de un atentado, buscando introducir elementos escabrosos en el relato. Máxime cuando ocupando el espacio de esta manera, renunciamos a profundizar en el análisis del contexto en el que se inscribe el acto terrorista, las motivaciones reivindicadas por los actores y las circunstancias que convertían a los agredidos en víctimas potenciales de la banda terrorista que está detrás del atentado.

En cuanto al caso vasco es digno de contraste lo mucho que sabemos de los datos familiares de las víctimas (tenía tantos hijos, acababa de casarse, iba al club a jugar al dominó con sus amigos,…) y de las circunstancias en que fueron asesinadas o heridas (le amordazaron, le obligaron a ponerse de rodillas, le ataron junto a un árbol, le dispararon en la sien izquierda,…) y lo poco que sabemos del contexto político en que estas manifestaciones violentas tienen lugar.

Es digno de mención que, cada vez que se produce un acto terrorista, los medios de comunicación acudan prestos a saber que partidos lo condenan o eluden condenarlo. Sin embargo, aparte de su actitud con respecto a la necesidad de condenar los atentados cada vez que tienen lugar, poco sabemos del perfil ideológico de partidos y movimientos como ANV, EA, HB, Aralar, EB,…

La demonización en los medios de personalidades políticas como Ibarretxe, Otegi, Madrazo,… impide a los ciudadanos comprender siquiera mínimamente los distintos intereses en conflicto que están presentes en el conflicto vasco. Si, como en todas las luchas políticas, la solución al problema del País Vasco pasa por la valoración de muchos matices, podemos considerar entonces que la actitud de los medios de comunicación, al impedir que el informado pueda contrastar por sí mismo las distintas posiciones de los actores políticos implicados, constituye un serio obstáculo a una solución pacífica de esta herida abierta en la sociedad vasca y española.

PARA CONCLUIR, SEÑALO DOS EJEMPLOS DE TITULARES POCO INFORMATIVOS APARECIDOS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ELECTRÓNICOS. REFIEREN A ETA Y A HAMÁS, OTRO MOVIMIENTO POLÍTICO APOYADO POR GRUPOS TERRORISTAS DEL QUE POCO SABEMOS.

class="MsoNormal" style="text-align: justify;">1. “Ignacio Uria estaba casado y tenía cinco hijos”, http://www.abc.es/20081203/nacional-terrorismo/ignacio-uria-estaba-casado-200812031446.html, ABC, 3-12-2008

El sumario de esta noticia también es digno de atención por su escasa relevancia informativa, “Casado y padre de tres varones y dos mujeres, Ignacio Uría tenía una gran afición a los naipes y todos los días, después de comer, jugaba partidas de tute y mus en el Kiruri”.

2.



José Luis Egío

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