Existe un dominio enorme de la ideología de la derecha en el mundo intelectual y de la comunicación

“A ver, existe un dominio enorme de la ideología de la derecha en el mundo intelectual y de la comunicación. Esto quedó claro cuando, prácticamente, todos los medios hablaron de que el presidente del Gobierno había sido abucheado e insultado [en el desfile de la Fiesta Nacional de España], pero no citaban quién lo había hecho. No se nos informó de quiénes eran esas personas, pero si fueran ecologistas, feministas o trabajadores de una empresa pendientes de recolocación, se habría dicho. ¿Quiénes eran? ¿Gente de izquierda? ¿Acaso lo criticaban por hacer una política conservadora? La derecha se ha hecho tan fuerte que no sólo domina la calle, sino que todo el mundo acaba pensando a través de sus ojos y no es capaz de ver a la extrema derecha.”

No tiene desperdicio este comentario del escritor gallego Suso de Toro en una entrevista aparecida en el diario Publico (15/10/09).

Yo mismo cuando escuche la noticia me sorprendí al pensar en el tipo de público que puede estar en las cercanías del presidente y demás autoridades, sin lugar a dudas los familiares y allegados de los altos cargos militares y políticos asistentes a dicho acto.

Para usar un lenguaje actual y televisivo podemos decir que ni un “puto obrero o clase media”, como mucho de puto teniente para arriba.

¿Y cómo es posible que toda esta “panda” tan acostumbrada al rigor militar y al orden y ordeno, no haya recibido el correspondiente rapapolvo de las autoridades militares y políticas, más cuando ya había antecedentes por haber ocurrido años anteriores y posiblemente se supiese que ello iba a ocurrir.

Están abucheando no al señor Zapatero, están abucheando al presidente constitucionalmente elegido por la mayoría de los españoles, están abucheando en un acto institucional al más alto representante de nuestra democracia, el cual te puede gustar o no pero estas obligado a respetar, porque si no me estas insultando a mí, que posiblemente sea tu vecino o tu cuñado.

Pero si yo hago lo mismo, si yo abucheo al señor Alcalde “de los que me han votado”, posiblemente la cosa no habría terminado en una nota en el periódico, posiblemente hubiésemos terminado unos en urgencias y otros en el cuartelillo, como antes, que eran dueños de hasta el “ultimo suspiro”.

Antonio.