miércoles, 18 de agosto de 2010

EL ESCÁNDALO DE LAS BASURAS DE ORIHUELA Y EL MISTERIOSO CAMBIO DEL PROGRAMA ELECTORAL DEL PP DE SANTOMERA


JUNIO DE 2007, Declaraciones de José María Sánchez a "La Verdad", respecto a sus intenciones de gobierno para la presente legislatura:

"Municipalizaremos el servicio de recogida de basuras, algo que mejorará el servicio y creará empleo".

En 2010, Sánchez Artés firmó un nuevo contrato de 25 años con la empresa privada
STV, antigua constructora que se pasó al sector de las basuras tras la crisis en la obra. La empresa privada, pese a cobrar más que la antigua concesionaria no mejoró el servicio ni creó más puestos de trabajo.

¿Qué llevó al alcalde y al PP de Santomera a dar marcha atrás, haciendo borrón y cuenta nueva con el programa que los santomeranos habían votado y que esperaban se realizara esta legislatura? El enorme escándalo de corrupción de Orihuela, en el que están imputadas 39 personas y la cúpula dirigente al completo del Partido Popular de la ciudad vecina a Santomera es revelador con respecto a las sospechas de corrupción que pesan sobre los larguísimos contratos que se firman con las empresas privadas de recogida de basura, muy jugosos para las empresas que se hacen con ellos, ya que se aseguran ingresos por valor de cientos de millones de euros.

Tal y como muestra el ejemplo de Orihuela, los políticos sin escrúpulos aprovechan presuntamente la renegociación de nuevos contratos para echarse un pellizquito de unos cuantos millones de euros en sus bolsillos.

En el caso del Partido Popular, y como muestran las grabaciones difundidas por "El País", la adjudicación de estos jugosos contratos permite al partido financiar las campañas electorales. Según las conversaciones grabadas, Ángel Fenoll, empresario implicado en esta trama y, por cierto, originario de Santomera, aseguraba a uno de los concejales imputados que si su oferta se imponía en el concurso su partido tendría en las próximas elecciones municipales "una campaña al estilo americano".

Imaginemos globos, pancartas en todas las calles principales, mítines con pantallas gigantes, conciertos, un programa electoral en color y enviado a todas las casas. Quizás también algún dinero con el que regalar frigoríficos o televisores a quienes ven en las elecciones una forma de sacar algo de provecho vendiendo su voto.

¿Es posible que en estas condiciones, pequeños partidos como Izquierda Unida, que organizan su campaña electoral con menos de 500 euros puedan competir con un partido como el PP, capaz de hacerse con cientos de miles de euros gracias a la corrupción?

Nuestro dinero y nuestra democracia están siendo robados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me consta que familiares de personas allegadas al partido podrido han sido colocadas en esta empresa.

Anónimo dijo...

No se de que os extrañais pero desde siempre la gaviota es un ave carroñera que se alimenta de basuras.
Si la cabra tira pal monte pues las gaviotas tira para lo corrupto.