Cada año trae una ilusión. Al menos eso es lo que debe pensar José María Sánchez, alcalde de Santomera, a la hora de vender humo ante sus vecinos. También Valcárcel con los jueguecitos con los que sigue animando la vida política de la Región y poniendo a desfilar a sus alcaldes con las mejores galas.
Para el alcalde de Santomera, al que el concurso por el parque tecnológico Conténpolis, que se realizará finalmente en Cartagena, le pilló en ropa interior, parece presentarse otra ocasión de sacarse la espina por la falta de inversiones de la Región de Murcia en nuestro municipio. El hipotético parque de atracciones consagrado a los personajes de las películas Paramount que, siempre según especulaciones, podría llevarse a cabo en Murcia en un futuro próximo, es ahora el objeto de sus deseos.
Como también parecen suspirar por él los alcaldes populares de Molina, Cieza, Murcia, Lorca o Totana. Todos parecen tener un gran interés en que el parque de atracciones se instale en determinados terrenos que ya han ofrecido.
Qué casualidad que cuando se pregunta al alcalde de Santomera por qué el municipio no ha emprendido esta legislatura ningún proyecto público de construcción de vivienda social se excuse diciendo que en Santomera no hay terrenos y qué, en cambio, cada vez que un "pelotazo" aparece a la vuelta de la esquina, aparezcan terrenos en abundancia en Santomera.
Para que ningún vecino ni vecina se llame a engaño es muy importante aclarar que los terrenos en cuestión son los mismos que el alcalde pretendía colocar en la puja por Conténpolis, terrenos propiedad de un conocido empresario local. Sin duda alguna, qué bien que iría nuestro pueblo si el alcalde se preocupara por todos los vecinos lo que se preocupa por éste. Tres años empeñados en dar un buen pelotazo con las tierras de nuestro insigne vecino.
José María Sánchez es sólo un actor de reparto en este pelotazo que se prepara. La gran estrella de la película de la Paramount no es otra que Jesús Samper, que no contento con haber hundido al Murcia en Segunda División B pese a haberse hecho rico con las viviendas y el centro comercial de Nueva Condomina, es el gran impulsor de esta película de miedo.
La idea de Samper:
Primero, mandar a Valcárcel a Dubai para negociar con un empresario libanés que venda a la Región de Murcia el derecho de usar el nombre Paramount por un precio cercano al millón y medio de euros, pagados por supuesto entre todos los murcianos. A estas alturas de la película y con todo por confirmar ya se han pagado más de 700.000 euros por las gestiones (unos 120 millones de las antiguas pesetas).
Una vez logrado el derecho a usar el nombre Paramount, aprovecharlo para dar el pelotazo, construyendo el parque en unos terrenos cuyo valor se multiplicará por mil y adosándole los centros comerciales y campos de golf a los que nos tienen acostumbrados. Un negocio que hará muy ricos a unos pocos en los primeros cinco o seis años de existencia del parque y que luego se irá a la quiebra como el resto de parques de este tipo: el de la Warner en Madrid, el de Terra Mítica o la misma Eurodisney, que pese a tener catorce millones de visitantes al año genera pérdidas un año tras otro.
Y en cuanto a los empleos: Eurodisney, en sus primeros años, los únicos rentables, llegó a generar 12.000 empleos. Samper dice que su parque creará 20.000. ¿Alguien da más? Se puede tener fe en muchas cosas, pero ponerse en manos de un tipo que ya ha demostrado que lo único que le importa es llenarse los bolsillos de billetes y que la Región de Murcia, su ciudad y un equipo de fútbol con tantos seguidores le importan un pimiento (el pimiento murcianista), es hacer el ridículo de la peor manera.
Hay que exigir al alcalde de Santomera que deje de arrastrar el nombre del pueblo de la manera en la que lo está haciendo. José María Sánchez tiene ante todo que reunir y consultar a los vecinos antes de abrir la boca sobre proyectos como éste, cuya realización cambiaría la faz del pueblo de arriba a abajo y que nunca figuraron en su programa electoral.
Sobre todo Santomera necesita que sus vecinos se impliquen en proyectos que permitan que el pueblo se desarrolle de forma sostenida en el tiempo. Parece que ninguna idea propia de una economía sana circula por la cabeza de nuestro alcalde ni en los despachos de nuestro Ayuntamiento. Prefieren tenernos con la boca abierta esperando el pelotazo. Como aquel que mirando como salir de la ruina se gastó sus últimas mil pesetas en un billete de lotería.
Para el alcalde de Santomera, al que el concurso por el parque tecnológico Conténpolis, que se realizará finalmente en Cartagena, le pilló en ropa interior, parece presentarse otra ocasión de sacarse la espina por la falta de inversiones de la Región de Murcia en nuestro municipio. El hipotético parque de atracciones consagrado a los personajes de las películas Paramount que, siempre según especulaciones, podría llevarse a cabo en Murcia en un futuro próximo, es ahora el objeto de sus deseos.
Como también parecen suspirar por él los alcaldes populares de Molina, Cieza, Murcia, Lorca o Totana. Todos parecen tener un gran interés en que el parque de atracciones se instale en determinados terrenos que ya han ofrecido.
Qué casualidad que cuando se pregunta al alcalde de Santomera por qué el municipio no ha emprendido esta legislatura ningún proyecto público de construcción de vivienda social se excuse diciendo que en Santomera no hay terrenos y qué, en cambio, cada vez que un "pelotazo" aparece a la vuelta de la esquina, aparezcan terrenos en abundancia en Santomera.
Para que ningún vecino ni vecina se llame a engaño es muy importante aclarar que los terrenos en cuestión son los mismos que el alcalde pretendía colocar en la puja por Conténpolis, terrenos propiedad de un conocido empresario local. Sin duda alguna, qué bien que iría nuestro pueblo si el alcalde se preocupara por todos los vecinos lo que se preocupa por éste. Tres años empeñados en dar un buen pelotazo con las tierras de nuestro insigne vecino.
José María Sánchez es sólo un actor de reparto en este pelotazo que se prepara. La gran estrella de la película de la Paramount no es otra que Jesús Samper, que no contento con haber hundido al Murcia en Segunda División B pese a haberse hecho rico con las viviendas y el centro comercial de Nueva Condomina, es el gran impulsor de esta película de miedo.
La idea de Samper:
Primero, mandar a Valcárcel a Dubai para negociar con un empresario libanés que venda a la Región de Murcia el derecho de usar el nombre Paramount por un precio cercano al millón y medio de euros, pagados por supuesto entre todos los murcianos. A estas alturas de la película y con todo por confirmar ya se han pagado más de 700.000 euros por las gestiones (unos 120 millones de las antiguas pesetas).
Una vez logrado el derecho a usar el nombre Paramount, aprovecharlo para dar el pelotazo, construyendo el parque en unos terrenos cuyo valor se multiplicará por mil y adosándole los centros comerciales y campos de golf a los que nos tienen acostumbrados. Un negocio que hará muy ricos a unos pocos en los primeros cinco o seis años de existencia del parque y que luego se irá a la quiebra como el resto de parques de este tipo: el de la Warner en Madrid, el de Terra Mítica o la misma Eurodisney, que pese a tener catorce millones de visitantes al año genera pérdidas un año tras otro.
Y en cuanto a los empleos: Eurodisney, en sus primeros años, los únicos rentables, llegó a generar 12.000 empleos. Samper dice que su parque creará 20.000. ¿Alguien da más? Se puede tener fe en muchas cosas, pero ponerse en manos de un tipo que ya ha demostrado que lo único que le importa es llenarse los bolsillos de billetes y que la Región de Murcia, su ciudad y un equipo de fútbol con tantos seguidores le importan un pimiento (el pimiento murcianista), es hacer el ridículo de la peor manera.
Hay que exigir al alcalde de Santomera que deje de arrastrar el nombre del pueblo de la manera en la que lo está haciendo. José María Sánchez tiene ante todo que reunir y consultar a los vecinos antes de abrir la boca sobre proyectos como éste, cuya realización cambiaría la faz del pueblo de arriba a abajo y que nunca figuraron en su programa electoral.
Sobre todo Santomera necesita que sus vecinos se impliquen en proyectos que permitan que el pueblo se desarrolle de forma sostenida en el tiempo. Parece que ninguna idea propia de una economía sana circula por la cabeza de nuestro alcalde ni en los despachos de nuestro Ayuntamiento. Prefieren tenernos con la boca abierta esperando el pelotazo. Como aquel que mirando como salir de la ruina se gastó sus últimas mil pesetas en un billete de lotería.
1 comentario:
Si es posible corregir algunos errores de redacción de esta buena noticia. Salud
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